At home
Octubre 2013
Repasaba sus movimientos al salir de casa por si en un descuido… pero imposible, no podía ser. Había cerrado con tres vueltas. Sin embargo por un instante la sobresaltó la duda. Pagó el café y a paso ligero, luego casi corriendo, deshizo el camino de vuelta a casa. Temía llegar y encontrarse la puerta abierta de par en par. Le temblaba la mano abriendo el portal y luego la espera del ascensor. El trayecto qué lento, piso a piso, se detiene, la campanita y la puerta corrediza deslizándose mientras deja entrar el oxígeno contra el que lucha desesperada por salir. Repuesta alzó la vista. La puerta cerrada. Camina llave en la mano, la introduce en la cerradura, gira… pero no hay nada que hacer. Ha escuchado como golpean del otro lado.